EL ORIGEN

Clarice nace como respuesta a una inquietud: encontrar el espacio ideal para disfrutar lo que por naturaleza combina a la perfección, el café y la literatura. Y, después de encontrarlo, convertirlo en la mejor expresión de esta combinación: un lugar acogedor, una buena selección literaria y un delicioso menú. Inquietud que fue el origen y que se ha convertido en el destino de Clarice.

LAS PROTAGONISTAS

Ambas nacieron en la Ciudad de México, el mismo mes del mismo año. Son amigas casi desde que pueden recordar, por lo que han compartido prácticamente todo: salones de clase y recreos, tardes de ocio con sus respectivas (e interminables) llamadas telefónicas; encuentros y desencuentros; decisiones acertadas y equivocadas. Se han acompañado durante sus bodas y durante el nacimiento de sus hijos (y de una nieta). 

 

Sara estudió diseño gráfico, logoterapia y literatura; pero su verdadera pasión es correr. Hasta ahora ha finalizado dieciocho maratones, a los que, seguramente, se sumarán muchos más. El entrenamiento riguroso y la comida sana son dos partes fundamentales de su rutina diaria. 

 

Para Jenny, la literatura siempre ha sido muy importante. Desde que puede recordar, hay un libro en su mano, en su bolsa o en su mesa de noche. Su vida académica y profesional también ha girado alrededor de los libros: ha pasado muchísimas horas en bibliotecas o salones de clase, tomando e impartiendo clases. 

 

Pero, la lectura y los maratones no serían el placer que son si no pudieran compartirlas con su familia; para las dos, sin duda, la parte más importante y satisfactoria de su vida.

 

Clarice es el nuevo proyecto que comparten y emprenden con el entusiasmo y la ilusión de que se convierta en parte integral de sus vidas y de las de mucha gente más.

Agradecimientos:

“Cultiva el hábito de ser agradecido por todo lo bueno que viene a ti,  y de dar las gracias continuamente.”

Ralph Waldo Emerson

En un proyecto como este, hay un sinnúmero de personas a las cuales reconocer y dar las gracias. Esperamos haberlo hecho siempre que ha sido necesario. Aquí, sin embargo, nos gustaría mencionar a unas cuantas cuyo apoyo y ayuda fue siempre más allá de lo esperado.

 

Agradecimientos muy especiales:

· A Jacobo Asse, cuya claridad en las sugerencias, y generosidad e incondicionalidad en la ayuda han sido invaluables en la creación de Clarice.

· A Miriam Hamui, por su inestimable ayuda en la planeación y ejecución de este proyecto, por su constante presencia y amistad, aun en la distancia.

· A Lucía Soto y el equipo de Comité de Proyectos, por su disposición, paciencia y ayuda incluso en lo que salía de sus responsabilidades.

· A Alejandro Espinosa, quien nos proporcionó el espacio para Clarice, pero también su apoyo, su ayuda y, lo más importante, su amistad.

· A Maggie Behar, por compartir con nosotras su experiencia y conocimientos con la alegría y entusiasmo que la caracterizan. Nos enseñó muchísimo.

· A Lydia Dabbah, porque con su ayuda y ejemplo nos enseñó a no rendirnos en la búsqueda de la superación y la eficiencia.

 

Y, por supuesto, el agradecimiento más importante a nuestras familias: a Isaac y a Beto, por su amor, su entusiasmo y su apoyo incondicional desde el primer día. A nuestros hijos, hijos políticos y nietos por su ayuda, su paciencia y sus porras, indispensables para nosotras en este camino. Agradecemos, sobre todo, su constante presencia a nuestro lado: porque sin la posibilidad de compartirlo con ellos, nada de esto tendría sentido.